miércoles, 5 de mayo de 2010

Puentes y leyendas

Salvador Muñoz
Los Políticos

Este año habrá de cumplir cien años un puente muy especial… sí, fue inaugurado con motivo de las fiestas conmemorativas del Centenario de Iniciación de la Guerra de Independencia.
Allí, en esa construcción, inició una leyenda que de seguro usted ha de haber escuchado…
Claro, antes (hablo de 1910), la construcción de un puente era algo que maravillaba a todo mundo y por eso no faltaban los mirones (que son de palo) que continuamente perdían el tiempo viendo cómo los ingenieros y albañiles trabajaban cavando, sacando tierra, echando cemento…
Hoy, los más de mil puentes que dice Tío Fide haber construido en lo que va de su sexenio, le han quitado esa facultad de maravillarnos ante una obra similar.
Pero en aquellos tiempos, un puente ¡era un puente! Y la gente se acercaba a veces sin precaución alguna, en especial los niños…
No faltó aquél o aquella, que acudiendo a la fantasiosa mente malvada que sólo un amoroso padre o madre puede tener en aras de proteger a sus retoños, se le ocurrió algo para evitar que sus vástagos se acercaran a la construcción y les dijo: ¡Los albañiles entierran vivos a los niños en los muros y columnas de la obra!
Sí… una mentira tan común como el viejo del costal, el coco o el robachicos, pero suficiente para que muchos niños dejaran de acercarse, al menos, a zonas de riesgo.
Pero ya ve que siempre hay un pinche mocoso que no entiende de advertencias… osado, se acercó justo cunado un albañil mezclaba arena y cal para unir los ladrillos de barro ¡ah! Pero con un ingrediente especial… ¡sangre!
Llegó al pueblo y simplemente confirmó lo que los padres decían…
Dicen algunos maestros de obra que agregar sangre de animal en la mezcla proporcionaba resistencia a la edificación.
Cuando terminaron el puente, el miedo se apoderó de las mujeres que aseguraban escuchar los llantos y suspiros de los infantes enterrados ¡las confundían con sus madres!
Cuando muchos observaron la placa común y corriente que se pone al pie de una obra para dar a conocer por quién y cuándo se inauguró tal edificación, los que no sabían leer aseguraban que allí estaban los nombres de los niños enterrados…
El puente está en Comala, estado de Colima y es más conocido como “el Puente de los Suspiros”.
Pero no es el único caso… en Ixquimilpan, Hidalgo, hay un puente que data del año 1655 y permanece sereno como los ahuehuetes que lo rodean… fuerte, resistente, firme, más firme que el Puente de Murillo Vidal, y por eso surgió la leyenda de que dentro de las columnas, están enterrados niños vivos y tan es así que cuando sube el caudal del río, los vecinos aseguran que si usted presta atención y afina su oído, clarito podrá escuchar cuando un infante dice: “¡agárrate manito porque nos lleva el río!”
En Xalapa no he escuchado esa leyenda pero hay una que circula por Internet. Hay un video que muestra las “fisuras” que, de acuerdo a lo que se comenta, ponen en riesgo el puente de Plaza Cristal que al final se habrá de llamar “Antonio Chedraui Caram”. Los ingenieros dicen que esas fisuras son propias de las juntas que hay entre las placas de concreto. Es decir, ¡no hay pex!
Aunque a fuerza de ser sincero hay dos cosas alrededor de ese puente que me hacen temer…
1) Que haya gente que esté deseando que se venga abajo… ¡no manchen! ¡Son más de 200 millones de pesos que nos costó para que se caiga!
2) Y que vuelvan a posponer la fecha de inauguración y acaben por darnos en la madre (el día de la madre) el puente… aunque Memo Herrera dice que no, que el domingo ¡tenemos puente!
Por cierto, Memo Herrera dice que el día de la inauguración atravesará el puente con un trailer para demostrar su seguridad… mis respetos al titular de Comunicaciones: ¡Está entregado a su chamba! Se le nota el entusiasmo! Sí, son 209 días de trabajo que tiene pero trae el ritmo de Tío Fide: ¡No para! Aunque a fuerza de ser sinceros ¡debo confesar su ignorancia! ¡no sabía nada de la leyenda de los niños enterrados para dar resistencia a las obras!
–¡Consígueme al chamaco!
Por supuesto, la respuesta es obvia, querido Memo: En Veracruz ¡los niños no se tocan! Aunque pudieras sugerir al gober, que se pusiera de moda que en lugar de niños ¡enterráramos políticos! ¡Yo te apoyo!

e-mail: dor00@hotmail.com

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