martes, 30 de noviembre de 2010

Prometer

Salvador Muñoz
Los Políticos

Prometer hasta meter, y una vez metido, olvidar lo prometido.
Así reza un adagio picaresco, popular y que, debiendo ser parte de la retahíla de un don Juan acabó por concentrarse en el papel de un político o de algún funcionario, siendo más particulares, en el de un candidato.
Rebuscando el origen de la palabra “Prometer”, uno podría definirla como “Antes de despedirse”, “antes de irse”…
Luego entonces, uno debió decir: “Prometo” (antes de irme), regresar “antes que de los sauces caigan las hojas” y por supuesto, Penélope se quedó, sentada en su balcón, esperando.
Raphael lo decía más o menos así:
Promesas nada más/ promesas que se olvidan/ palabras que se lleva el mar/ y el viento por la vida// Promesas que quizás/ se escriban en la arena/ y hay otras que aunque quieras/ jamás podrás borrar.
Mocedades igual lo definió así:
Te hice una promesa de amor/ un día seis de mayo / pasaron treinta años de amor/ y aún te encuentro guapo…
Palito Ortega:
Habíamos prometido no llorar.../ Perdóname// Quizás ésta sea la última vez que nos sentamos a tomar un café juntos/ Quizás es la última vez que nos vemos así que tratemos de estar bien por favor// Me quiero llevar como recuerdo una sonrisa/ Por favor no llores más.
Así, la promesa es romántica.
Pero en un político, la promesa es para mucha gente, esperanza; para otra, un vacío; para algunos, increíble porque muchas veces, una promesa de político suena más o menos así, más cuando hay equipo de sonido o mucha acústica:
“Les prometo-meto y les repito-pito, pueblo de hombres valientes, que les vamos a cortar la manguera y le vamos a meter el tubo a sus viejas... a sus viejas y nuevas calles para que el agua fluya por todas las casas... Eso sí, será por la cola… Por la colaboración de todos ustedes... Y para las señoras, va a haber ga... va a haber gansitos, va a haber garnachas, va a haber galletas, como despensas… y para los jóvenes, porno… por no dejar sus estudios, becas. Y sus chiquitos, se los haremos grandes con el programa de apoyo a la niñez… Señores, sí, ustedes señores, para que vean que no seré ostentoso, tendré una casa chica que habré de sostener con el esfuerzo de todos ustedes… ¡he dicho!”
Sí, estamos acostumbrados a recibir promesas de nuestros políticos pero difícilmente el ciudadano las hace.
Sí, nunca el pueblo le dice al político: Si no haces nada de lo que dijiste, te prometo que te…
Así que, hoy, al menos de manera particular, en este día tan especial para Javier Duarte de Ochoa, a quien por respeto a su investidura, he de referirme a él, como “Usted”, he de prometer lo siguiente…
* Prometo escribir para señalar lo que, a mi juicio, esté errado en su gobierno.
* Prometo recordar sus compromisos sociales.
* Prometo que, cuando se maree, tratar de ubicarlo.
* Prometo hacer uso de la libertad de expresión con sarcasmo, ironía y buen humor, avalado por la sonrisa que siempre ofreció a mis comentarios.
* Eso sí, prometo, jamás de los jamases, alabarlo o ensalzar su trabajo u obra, no porque le lleve la contraria, sino porque es seguro que habrá más de un palero que lo haga.
Así, va mi palabra de por medio ahora que rinda protesta como Gobernador de Veracruz, en espera de que mi discurso no caiga en el viejo adagio que debe ser arma de un Tenorio y acabó en demagogia de un político: “Prometer hasta meter, y una vez metido, olvidar lo prometido” y si así fuera ¡que la nación me lo demande!
¡Suerte, don Javier!

e-mail: dor00@hotmail.com
twitter: @cainito

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